#Francia. Imagina convertir el #cine de tu barrio o tu pueblo en un centro cultural en el que las películas clásicas conviven con las novedades, los cursos de audiovisual y el cineclub... Un precioso modelo de #CooperativadeTrabajo.
https://www.lanouvellerepublique.fr/parthenay/parthenay-le-cinema-le-foyer-devoile-sa-saison-culturelle
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Parthenay : le cinéma Le Foyer dévoile sa saison culturelle
Antoine Licoine, directeur-programmateur et tout récent président de la société coopérative (Scop) du cinéma Le Foyer a dévoilé jeudi 19 septembre 2024 à 19 h 30, dans la grande salle du cinéma, la saison culturelle 2024-2025
Tras la decadencia creativa de las #series y el #cine, el exceso de #escala de la plataformas globales y la lógica de #monopolio, es decir, las bases estructurales de la #CrisisdeCivilización que sufrimos.
«La manera de desenvolverse en esa incertidumbre es estandarizar los contenidos, fijar una serie de elementos que creen esenciales y asegurarse de que los productos se ajustan a los criterios predeterminados. En esa tarea también ayudan los algoritmos.
Por supuesto, a veces aciertan en sus predicciones y muchas fallan, pero eso no evita que insistan en la estandarización. Es una mala idea, porque ese es el camino más directo hacia la mediocridad. En la medida en que casi todas las producciones se apoyan en las mismas fórmulas, los resultados tienden a ser menos satisfactorios. En las series es muy evidente la pérdida de tensión creativa desde el momento en que las plataformas empezaron a desarrollarse hasta la actualidad. Hay mucho producto anodino.
Ambos aspectos son un efecto lógico de la concentración del mercado. Ha sucedido igual que en otras áreas de la economía (y de la economía digital). Grandes empresas invirtieron ingentes cantidades de dinero para hacerse con el mercado, lo que produjo un auge de las producciones de calidad, pero una vez que las plataformas digitales captaron a los suscriptores y empobrecieron a la competencia, ha llegado el instante de ajustar costes, presionar a los proveedores, reducir el precio de la mano de obra y crear una cadena de producción estandarizada. Ese sí que es el momento What the fuck de Netflix, y no el que satirizaba Nanni Moretti en El sol del futuro».
«Sea el sector que sea, la economía productiva se ha convertido en una mezcla de concentración de recursos y taylorismo organizativo. En el audiovisual, como en otras áreas de la cultura, se ha creado un ecosistema en el que muy pocas empresas tienen mucho poder sobre la cadena, lo que genera costosas barreras de entrada, y un montón de pequeños actores circulan por caminos casi invisibles. En lugar de crear un contexto en el que los distintos actores puedan tener vías de acceso razonable a un mercado que, finalmente, dictará su sentencia, se concentran las oportunidades en pocas organizaciones, una cadena muy vertical y unas creaciones sometidas a los estándares de la marca blanca. No es solo la cultura: el dolor que ha causado DeepSeek a la industria de la inteligencia artificial estadounidense nace de este mismo ecosistema a los estándares de la marca blanca. La causa de DeepSeek está en esto, sin ir más lejos.
La coagulación de la cultura es una cuestión de economía política. Pero, de manera sorprendente, este tipo de cosas tienen muy poco espacio, no ya en la conversación pública, sino entre el mismo sector: prefieren discutir sobre si premio nacional de tauromaquia sí o no, o de si determinados discursos son o no convenientes. Ellos verán, se juegan su presente y su futuro».
https://www.elconfidencial.com/cultura/2025-02-03/series-audiovisual_4055261/
«La manera de desenvolverse en esa incertidumbre es estandarizar los contenidos, fijar una serie de elementos que creen esenciales y asegurarse de que los productos se ajustan a los criterios predeterminados. En esa tarea también ayudan los algoritmos.
Por supuesto, a veces aciertan en sus predicciones y muchas fallan, pero eso no evita que insistan en la estandarización. Es una mala idea, porque ese es el camino más directo hacia la mediocridad. En la medida en que casi todas las producciones se apoyan en las mismas fórmulas, los resultados tienden a ser menos satisfactorios. En las series es muy evidente la pérdida de tensión creativa desde el momento en que las plataformas empezaron a desarrollarse hasta la actualidad. Hay mucho producto anodino.
Ambos aspectos son un efecto lógico de la concentración del mercado. Ha sucedido igual que en otras áreas de la economía (y de la economía digital). Grandes empresas invirtieron ingentes cantidades de dinero para hacerse con el mercado, lo que produjo un auge de las producciones de calidad, pero una vez que las plataformas digitales captaron a los suscriptores y empobrecieron a la competencia, ha llegado el instante de ajustar costes, presionar a los proveedores, reducir el precio de la mano de obra y crear una cadena de producción estandarizada. Ese sí que es el momento What the fuck de Netflix, y no el que satirizaba Nanni Moretti en El sol del futuro».
«Sea el sector que sea, la economía productiva se ha convertido en una mezcla de concentración de recursos y taylorismo organizativo. En el audiovisual, como en otras áreas de la cultura, se ha creado un ecosistema en el que muy pocas empresas tienen mucho poder sobre la cadena, lo que genera costosas barreras de entrada, y un montón de pequeños actores circulan por caminos casi invisibles. En lugar de crear un contexto en el que los distintos actores puedan tener vías de acceso razonable a un mercado que, finalmente, dictará su sentencia, se concentran las oportunidades en pocas organizaciones, una cadena muy vertical y unas creaciones sometidas a los estándares de la marca blanca. No es solo la cultura: el dolor que ha causado DeepSeek a la industria de la inteligencia artificial estadounidense nace de este mismo ecosistema a los estándares de la marca blanca. La causa de DeepSeek está en esto, sin ir más lejos.
La coagulación de la cultura es una cuestión de economía política. Pero, de manera sorprendente, este tipo de cosas tienen muy poco espacio, no ya en la conversación pública, sino entre el mismo sector: prefieren discutir sobre si premio nacional de tauromaquia sí o no, o de si determinados discursos son o no convenientes. Ellos verán, se juegan su presente y su futuro».
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El camino de los mediocres: lo que de verdad está pasando con las series
La comparecencia de Jane Featherstone ante un comité del Parlamento británico puso unas cuantas realidades sobre la mesa. Quizá el entorno cultural debería tomarse más en serio su profesión