Noticias | Centro de Estudios Maximalistas
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#MododeVida y devaluación del #trabajo. O cómo la erosión de las condiciones laborales llevó del «soy lo que hago» al #identitarismo, el #consumismo de «experiencias» y la voluntad de poder.

«Psicólogos y consultores de recursos humanos aseguran que el pesimismo y la falta de vinculación con la empresa por parte de las plantillas tiene mucho que ver con que hoy el trabajo ya está en la pirámide de prioridades de las personas, entre otras razones porque tenerlo o conservarlo no es garantía de disfrutar de un buen nivel de vida

«muchas personas, de diferentes generaciones, se autodefinían por su trabajo, sentían que eran lo que hacían, pero ahora eso ha cambiado y las personas sienten que son lo que son, no lo que hacen»

«“Tampoco hay tanta diferencia entre lo que te permite tener un buen trabajo y otro no tan bueno, así que la máxima es que no todo es tener ese trabajo o darlo todo por tu trabajo”, apunta Tiago Santos, de Mindgram.
A ello se suma, dice, que se ha perdido el miedo a perder el trabajo: “Antes haber sido despedido era motivo de vergüenza social, la gente no lo decía; pero ahora es una inevitabilidad, todo el mundo conoce a alguien a quien han despedido”.

Además, muchísimas personas en la franja de 35 a 45 años, que deberían estar en su fase de consolidación profesional, ven que no están en ese punto de su carrera y empiezan a entender que no alcanzarán las posiciones que esperarían, lo que provoca frustración y, sobre todo, que no haya tanta gente dispuesta a sacrificar su vida personal por la profesional. »

«“Hay un choque cultural: mientras que a los boomers el trabajo les definía, de los 40 años para abajo ya no se da tanta importancia a lo que se hace sino a lo que se vive, se admira no a quien trabaja en algo sino a quien tiene más posibilidades de experiencias vitales”, comenta el consultor Germán Cuenca, de Ethikos 3.0.»

«Pero, además, como el modelo social que impulsa la digitalización es el de la inmediatez y la búsqueda de reconocimiento instantáneo, quieren experiencias y transformaciones rápidas y ascender rápido. Y todo eso choca con que la cultura en la mayoría de empresas aún es muy jerárquica y el liderazgo se ejerce a través del control y no de la confianza. “Esa disociación es complicada de gestionar, causa problemas y frustración, y por eso hay tantas personas con desapego y desánimo”, explica Cuenca.»

«“Cuando hablo con los directivos de recursos humanos dicen que saben que la felicidad de los trabajadores es rentable y que el bienestar laboral es una de sus prioridades, pero cuando les preguntó que están haciendo para favorecerlo, dicen que no es tan fácil, que cuando piden autorización para inversiones los ejecutivos priorizan la salud financiera de la empresa por encima de la felicidad de los empleados”, dice Santos»


https://www.lavanguardia.com/vivo/tendencias/20240107/9489312/trabajo-prioridad-vital-desaparecido-miedo-perderlo.html
El efecto sobre la #Juventud de las presiones del #identitarismo y el #consumismo (van de la mano) se traduce en un incremento dramático de los trastornos alimentarios en #Canadá y #EEUU

«En general, uno de los mayores cambios ha sido la llegada de las redes sociales, donde los jóvenes no sólo consumen ideales corporales de los medios, sino que también sienten presión para producir contenido y mostrar sus propios cuerpos en las redes sociales»

https://www.nytimes.com/2024/02/08/health/adolescents-boys-eating-disorders.html
#EEUU, la nueva generación, el #individualismo, #consumismo y #subjetivismo de base y las evoluciones de la #religión y la #superstición en la izquierda demócrata

«Muchos millennials que han dado la espalda a la tradición religiosa porque no es lo suficientemente diversa o inclusiva han encontrado escrituras alternativas en línea. Nuestro nuevo sistema de creencias es una mezcla de ortodoxia política de izquierda, feminismo interseccional, autooptimización, terapia, bienestar, astrología y Dolly Parton.

Y hemos encontrado un tipo diferente de clero: personas influyentes en el crecimiento personal. Mujeres como la Sra. Doyle, que ofrecen a alguien como nosotras permiso, validación y comunidad a demanda en un momento en el que es casi imposible compartir la comunión en persona. Ni siquiera tenemos que dejar nuestros teléfonos

https://www.nytimes.com/2021/03/05/opinion/influencers-glennon-doyle-instagram.html
Esteban Hernández cuenta muy bien en su comentario sobre la «Taberna Garibaldi» la gran operación de banalización que realizaron el 15M en #España y «la izquierda hipster» globalmente, estableciendo una #moral que llevaba el #consumismo cool y el espíritu de la #gentrificación a la política.

«La década en la que triunfó Iglesias fue también la de los hípsters, aquella en la que viejas y desprestigiadas formas de consumo se reconvirtieron en nuevas modas. El gusto por lo vintage en moda y mobiliario, la reactualización de estilos musicales, la revalorización de bebidas antaño casi exclusivas de la clase obrera, como el gin-tonic, o la conversión de barrios deteriorados en espacios urbanos prestigiosos fueron parte de ese movimiento.

Lo paradójico del mundo activista, ese que afirmaba traer la innovación a la política, es que muchas de sus prácticas no eran más que una operación de gentrificación. Los asuntos que pusieron en la agenda, como la Transición, el régimen del 78, la redefinición del oprimido y la (teórica) horizontalidad en las organizaciones no eran más que las obsesiones de un ámbito, el izquierdista, que habían caído en el desprestigio y que ellos revitalizaron. Cogieron lo viejo y lo convirtieron en moda; tomaron el producto de fracasos anteriores y lo presentaron como novedoso objeto de deseo.»

«Si los pisos de barrios antaño desprestigiados, como Chueca, Malasaña y Lavapiés, se convirtieron en deseables para una nueva clase social integrada por licenciados universitarios, la opción política de la izquierda millennial consistió, primero con Podemos y después con Sumar, en reconvertir las posiciones de izquierda para hacerlas atractivas a los ojos de esa nueva clase social urbana.

Citaban a Gramsci y a Lenin, pero llevaban sus ideas a un nuevo terreno, mucho más profiláctico y distinguido, el mismo que el de esos objetos y lugares que habían sido gentrificados. Es curioso que muchos de quienes militan en Sumar o en ámbitos activistas se hayan burlado de la Taberna Garibaldi, cuando vienen del mismo lugar y se dirigen al mismo sitio.»

«En esos barrios, cada vez queda menos del carácter precedente: una cascada de luces de restaurantes, tiendas y bares de nuevo cuño inunda sus calles. Se han integrado con éxito en el mero comercio de experiencias.»

«Y eso es, en definitiva, la Taberna Garibaldi, una propuesta atractiva para quienes acuden a la ciudad como parte de esa oferta turística y de ocio que convierte lo revolucionario en lúdico e inofensivo y cobra por ello. »

https://www.elconfidencial.com/espana/madrid/2024-03-15/bar-pablo-iglesias-taberna-garibaldi-leccion-politica_3848984/