«Alrededor del 97% de la población de #EEUU considera a los perros (u otras #mascotas) parte de sus familias. La mayoría de los dueños de perros celebran los cumpleaños de sus perros y casi dos tercios afirman que toman más fotografías de sus perros que de miembros de la familia.... la mayoría dice que considerarían terminar una relación si la mascota desaprobara a su pareja... Además, existen alimentos para perros de alta calidad y servicios sanitarios sofisticados y... el cementerio de mascotas Hartsdale, en las afueras de la ciudad de Nueva York, afirma haber alojado a más de 800 personas que pidieron ser enterradas con sus mascotas.»

Y el autor escribe todo esto como contrastando éste supuesto avance moral con nuestra presunta hipocresía por comer carne de #cerdo.

En realidad, la inhumanidad máxima es considerar a las #mascotas como humanos. La hipocresía máxima, convertir en causa moral las condiciones de los animales de granja y los mataderos cuando no hay ni un destello de preocupación por las condiciones de #trabajo de las personas en ellos. No digamos del resto de la Humanidad. La #moral del #animalismo es la otra cara de la que sustenta los genocidios, que no en vano siempre van precedidos de propaganda deshumanizadora que asocia el grupo a masacrar con alguna especie animal dañina. Es muy coherente humanizar a los animales y, al mismo tiempo, deshumanizar al humano diferente o rival. Pero ambos movimientos son profundamente inmorales por antihumanos.

https://www.nytimes.com/2024/08/03/opinion/dogs-pets-animal-abuse.html